La Inquisición estadounidense se utiliza para extender la esfera de influencia de EEUU y para justificar las intervenciones militares como parte de una compaña internacional contra los “terroristas islámicos”. Su objetivo último, que jamás se menciona en las informaciones que la prensa nos ofrece, es la conquista territorial y el control de los recursos estratégicos.
“Hemos sabido que en este mundo hay gente malvada. Y de qué forma… Y estaremos alerta. Vuestro gobierno está alerta. Los gobernadores y alcaldes están alertas porque la gente malvada sigue aún merodeando por aquí. Como dije ayer, los que le han declarado la guerra a Estados Unidos han cometido un error terrible… Mi administración tiene un trabajo que hacer y lo vamos a hacer. Libraremos al mundo de los malvados”, (George W. Bush, CNN, 16 de septiembre de 2001).
El objeto de la “Guerra Global contra el Terrorismo” lanzada en septiembre de 2001 es galvanizar el apoyo público hacia una campaña de ámbito mundial contra la herejía. Ante la opinión pública, es fundamental contar con una “causa justa” para iniciar la guerra. Se dice que una guerra es justa si se emprende por motivos morales, religiosos o éticos.
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